5 equipos escolares y un 1 equipo local conformados para la coordinación e implementación del proyecto en las escuelas y para la sustentabilidad del mismo.   

Más de 84 instituciones, organizaciones y profesionales independientes vinculados.

Más de 3,400 participantes en las 8 jornadas de convivencia sabatinas celebradas por el proyecto, donde las escuelas abrieron sus puertas a la comunidad para realizar actividades culturales, deportivas y formativas orientadas a fomentar la convivencia y prevenir la violencia. 

Más de 1,170 jóvenes tuvieron un rol protagónico en el proyecto a través de su creación, dirección, participación y organización de actividades.

250 miembros de la comunidad escolar y 34 organizaciones capacitadas en contenidos clave sobre convivencia, prevención y atención de la violencia escolar.

5 proyectos escolares de convivencia y prevención de la violencia diseñados por las escuelas e integrados a la ruta de mejora del ciclo escolar 2015-2016.

29 casos de violencia detectados y atendidos por las escuelas e instituciones especializadas, durante los 2 meses de implementación del modelo de atención.

Participación activa del personal escolar, estudiantes, padres y madres e instituciones y organizaciones como agentes del cambio de la violencia en las escuelas.

Resumiendo, éste es un proyecto que está en proceso de consolidación y cuya continuidad e incluso ampliación son fundamentales porque aún tiene mucho que aportar en la construcción de una política pública a nivel estatal, nacional e internacional.